
La creencia de que nuestras almas o espíritus son reencarnados en otras vidas en tiempos diferentes se remonta por lo menos a 3.000 años. En las antiguas tradiciones de la India, Grecia, y los druidas celtas ya hablaban de esta creencia tentadora, que nuestro espíritu no se limitan a las siete, ocho o nueve décadas de la vida en la Tierra.