
Es toda una realidad que en los tiempos en los que vivimos el mundo parece estar al revés, en un movimiento diario de energías caóticas. El mal está presente en todo el mundo y va en aumento. Todos los días ocurren implacables crímenes atroces, los horrores y la maldad del mundo están invadiendo a todo ser viviente del planeta. Es toda una realidad que la sociedad se está desmoronando rápidamente, la moral prácticamente ha desaparecido, y los ideales nobles y desinteresados están desapareciendo en un mundo que parece estar más interesado en normalizar la violencia y aceptar el mal como algo ya común en una sociedad triste, oscura, y algunas veces incluso siniestra.