
El pasado 22 de diciembre de 2013 los habitantes de Texas recibieron un inesperado regalo de Navidad anticipado, cientos de personas observaron que sus vehículos estaban cubiertos de una misteriosa capa de polvo de color rojo. Las autoridades locales recibieron una gran cantidad de llamadas avisando del extraño fenómeno y las redes sociales se convirtieron en un “hervidero” de fotografías y mensajes de los cientos de testigos.