
Un gigantesco terremoto podría sacudir California en cualquier momento. Los rascacielos se derrumbarían, un enorme tsunami arrastraría todo lo que se encontrara a su paso y millones de personas perecerían al momento. Esta devastación llevaría al caos, con la propagación de cientos de incendios, con carreteras y autopistas cortadas, dificultando la labor del personal de emergencia. Pero cuando todo finalice aparentemente, cientos de réplicas sacudirían el estado en los días siguientes, continuando con la devastación.