Las restricciones en algunos países impiden a sus habitantes desde tener árboles de Navidad hasta preparar cenas navideñas e incluso, usar gorros de Papá Noel.
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Pese a la gran difusión de la Navidad, considerada una de las festividades más importantes en muchos países, existen territorios, en su mayoría con tradiciones musulmanas, que no la ven con buenos ojos, hasta el punto de prohibir cualquier manifestación o expresión relacionada con ella, informa 'El Universo'.
Países como Tayikistán, que se sumó esta semana a la lista de los van en contra de esta festividad, aseguró que endurecerá las restricciones entre las que se impide intercambiar regalos, usar disfraces representativos o recaudar dinero. Por su parte, Brunéi, en donde el islam es la religión oficial, también prohibe celebrar la Navidad, mientras que en Somalia se considera que todas las festividades no musulmanas podrían perjudicar la fe de la comunidad islamista.
Arabia Saudita, de arraigadas tradiciones musulmanas y en donde San Valentín y Halloween tampoco son aceptados, emite cada año un reglamento que impide a ciudadanos y visitantes hacer visible cualquier signo relacionado con la celebración cristiana. A su vez, China pese a su apertura al capitalismo, busca conservar sus tradiciones milenarias y por tanto, ha vetado la Navidad en algunas zonas.
En territorios como Siria e Irak, que se han visto afectados por conflictos armados durante mucho tiempo y en donde han aumentado considerablemente los ataques a centros de culto cristiano, decenas de voluntarios y misioneros han aprovechado esta época navideña para transmitir un mensaje de paz y dar apoyo a los refugiados de la región.
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